Bienvenidas y bienvenidos al inicio de publicaciones de este vuestro portal web OTRAVOZDIGITAL en el que estaremos interactuando con materiales de interés en el ámbito del quehacer nacional e internacional en sus distintas facetas y aconteceres. Este espacio digital es la continuación del periódico impreso OTRA VOZ que iniciamos en abril del año 2007. Hemos vuelto.
Asistimos en estos tiempos, algunos de modo expectantes y otros actuantes, a un proceso de transición del modelo hegemónico unipolar de dominación mundial, a otro modelo multipolar con la creación de nuevos centros de poder de economías emergentes que buscan su espacio y acomodo en las relaciones internacionales.
Desde nuestra óptica apreciamos que no se trata necesariamente de la desaparición del escenario planetario del hasta ahora centro de poder hegemónico, sino de la configuración de un nuevo orden internacional y de redistribución del mundo de parte de las potencias económicas y militares mundial.
Cierto es que, como todo proceso histórico, conlleva en sí mismo contradicciones internas, avances y retrocesos que se expresan en tensiones entre las partes en pugna por el control del poder y la nueva geolocalización política. Esas tensiones podrían eventualmente resolverse en el plano de la confrontación bélica o mediante negociaciones entre las partes en pugna.
Actualmente se aprecia en el tablero mundial tres actores claramente definidos: EEUU, Rusia y China; cada uno con sus respectivos países aliados y áreas de influencia.
Es una ilusión creer que esta nueva configuración de reparto del mundo traerá paz, equidad y justicia social a los pueblos; para nada anulará sus luchas por su liberación.
Demostrado está que las potencias capitalistas no tienen amigos, sino intereses, los cuales buscan conquistar por diversos medios, ya sea por la fuerza militar, el chantaje, la presión, la disuasión o por la negociación en unas relaciones donde los países menos desarrollados seguirán aportando materia prima y mano de obra barata, mientras que las potencias continuarán cargando con la mayor cantidad de ganancias posibles.
Hoy continúa vigente la necesidad histórica de globalizar la unidad de las trabajadoras y trabajadores explotados y del pueblo oprimido en general de todos los países, contra las intenciones expoliadoras del gran capital nacional y transnacional. Es hora de dar mayor impulso al internacionalismo proletario, de la organización popular de las masas, de la cimentación de una esclarecida vanguardia revolucionaria para el avance de los pueblos hacia la conquista de su propio destino de independencia, soberanía y libertad.