Una Pizca de Historia Regional del Apure
Al inicio del año 1818 San Fernando de Apure estaba ocupado por fuerzas realistas al mando del Cnel. José María Quero y los Patriotas, comandados por el Cnel. Miguel Guerrero. Tenían sitiada la ciudad para impedirles moverse, pues Bolívar estaba en plena «Campaña del Centro».
Páez, quien andaba con el Libertador, regresó el 26/2 con la expresa intención de expulsar los enemigos y tomar la Plaza Militar, apoyado además por 200 hombres venidos de Guayana, los estuvo hostigando sin descanso, incluso los aborígenes Otomacos y Yaruros al mando del Gral. Linache, un Otomaco de Cunaviche, aterrorizaron a los españoles con Flechas y Lanzas, lo cual debilitó física y moralmente a aquellas huestes.
El día 6 Intentaron escapar en la madrugada y ambos ejércitos tuvieron tres encontronazos en: «El Caño de Biruaca», luego en el Caño «El Negro» y después en el caño «Rabanal», los patriotas fueron rechazados todas las veces porque siempre el enemigo se mantuvo protegido y moviéndose dentro del bosque ribereño, donde la caballería llanera no podía actuar; al llegar la noche se atrincheraron y acamparon entre la arbolada de «La Enea».
Al amanecer del día 7 de Marzo, el Centauro Llanero ordenó atacar con toda la fuerza y en pocos minutos los hicieron rendir, unos 4 o 6 enemigos pudieron escapar.
El parte militar permite conocer que fueron capturados: 674 realistas, 11 oficiales y su Comandante, quien estaba herido gravemente y luego pereció. Hubo 100 realistas muertos, se pudo obtener 20 piezas de artillería, 665 fusiles, municiones de todo tipo, y en el río, al tomar la ciudad, 6 buques de guerra, 5 mercantes y 73 entre Piraguas y Bongos. Por la parte Patriota murieron 6 oficiales y 48 soldados; heridos 2 oficiales y 60 soldados.
Estos datos de aquel amanecer victorioso que logró liberar a San Fernando de Apure, un punto estratégico para la comunicación con la Provincia de Guayana, nos permite afirmar que el Combate de «La Enea» hace 207 años, no fue una «escaramuza», como la han pretendido minimizar algunos historiadores, sino una cruenta batalla donde una vez más, los Bravos Llaneros del Apure demostraron la certeza expresada por Páez, que: «en Apure los héroes se contaban por el número de sus habitantes».